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EL SECRETO MÁS EXTRAÑO

EL SECRETO MÁS EXTRAÑO

Manuel Rodríguez Salazar

www.superemonos.com

En la semana cerré mi clase de maestría en liderazgo con la plática “Perfil de los Triunfadores”. En ella repaso cualidades del triunfador, como carácter y seguridad en sí mismos y la secuela de los pasos que siguen, partiendo de una visión, continuando con fijarse metas, planear cómo alcanzarlas y llevar a cabo disciplinadamente las acciones necesarias. En todo momento mantienen sus pensamientos enfocados y no desperdician energía con ideas negativas.

Al habla sobre pensamientos, menciono lo que hemos leído o escuchado hasta el exceso: que hoy somos el resultado de los pensamientos que hemos tenido durante nuestra vida. Hice referencia al libro “The Strangest Secret” del célebre Earl Nightingale, a quien hace muuuchos años escuché por radio, siempre hablando sobre superación personal. La pasión de Earl, decía su presentador Steve King, era: “nunca dejar que pasara un día sin aprender algo nuevo y transmitirlo a otros”. Earl fue tan exitoso con sus comentarios en la radio que compró una compañía de seguros en la que cada mañana impartía a sus vendedores una charla inspiradora. En una ocasión en que iba a estar ausente grabó “The Strangest Secret” para no dejar de motivar a sus colaboradores. Fue tal el impacto de la grabación que, por primera vez, se vendieron más de un millón de copias. A continuación algo de lo planteado por Earl Nightingale en ese disco:

Ø “George Bernard Shaw dijo: “muchas personas se la pasan culpando a sus circunstancias por lo que son. No creo en las circunstancias. Quienes progresan en este mundo son las personas que se levantan y buscan las circunstancias que quieren. Si no las encuentran las crean”.

Ø “El individuo que no tiene metas (19 de cada 20 personas), que no sabe hacia donde va y cuyos pensamientos son de confusión, ansiedad y preocupación hace que su vida sea de frustración, de miedo, de angustia…

Ø ¿Por qué nos convertimos en lo que pensamos? Les contaré de una situación paralela a la mente humana. Supongan que un campesino tiene una tierra fértil. Puede elegir qué sembrar en ella. La tierra simplemente le regresará los frutos que produzcan las semillas que siembre. Si el campesino tuviera un grano de maíz y la semilla de una planta venenosa y plantara ambas, las regara y cuidara para que crecieran, ¿qué pasaría? Cosecharía invariablemente los frutos de lo sembrado. A la tierra no le importa qué plantó.

Ø La mente trabaja igual que la tierra, ¡pero es mucho más fértil! Tampoco le importa qué pensamientos le sembramos. Nos regresará abundantemente los frutos de lo que le sembramos: ¡éxito o fracaso!”

Muchos sabios, profetas y filósofos han coincidido en el hecho de que SOMOS LO QUE PENSAMOS. Lo dice la Biblia en el proverbio 23.7. Marco Aurelio, el emperador romano, dijo: “La vida de un hombre la crean sus pensamientos”. El mismo concepto fue expresado por Buda, Emerson, Disraeli, James Allen y otras lumbreras.

Por la razón anterior Earl Nightingale lo llamó El Secreto Más Extraño, porque no siendo un secreto, son excepcionales los que ¡lo comprenden, visualizan su alcance y lo ponen cabalmente en práctica!

Me parece que, con respecto a la gran verdad de que somos lo que pensamos, fue William James quien lo expuso en forma brillantemente completa al decir:

“Sólo actuemos fríamente, como si el tema o asunto que deseamos ya fuera real y lo veremos cristalizar, PERO DEBES DESEARLO EN FORMA ÚNICA, exclusiva, NO DESEANDO AL MISMO TIEMPO CIEN COSAS MÁS ¡QUE SEAN CONTRARIAS O INCOMPATIBLES!”

El Secreto, la publicación en esta materia que mejor se ha manejado, desde el punto de vista mercadotécnico, sobrevendió, a mi juicio al grado de haber frustrado a muchos, la Ley de Atracción, porque no menciona ni aclara lo que William James apuntó tan sabiamente:

El enorme gran desafío para atraer o recibir lo que deseamos es desear solamente eso y absolutamente NADA MÁS, para no dispersar la magnetización. En otras palabras, si queremos alcanzar una meta o una visión, no debemos permitirnos pensar ni por un instante sus contrarios u opuestos, práctica en la que, desafortunadamente, la mayoría somos expertos. Pensamos un buen deseo e instantes después, “permitimos que surjan” pensamientos negativos sobre esa aspiración. Por ejemplo: quiero ganar X cantidad de dinero y momentos después pensar: pero es demasiado dinero o no es posible por…, o ¡cómo voy a…!, o…

Como sabemos, somos “atacados” constantemente por pensamientos. Prácticamente, nunca paran de surgir. El tipo de pensamientos está influido por el estado anímico. Cuando estamos entusiasmados o eufóricos (como el caso de un enamorado) predominan los pensamientos positivos. Inversamente, cuando se tiene una preocupación grave los pensamientos negativos son los que abruman.

Después de rumiar un poco lo arriba escrito, me parece que “el verdadero secreto”, es: ¿cómo mantenernos enfocados en pensamientos / emociones constructivos y detener los pensamientos antagónicos / negativos? Con frecuencia he mencionado en estas notas los grandes beneficios de meditar que, entre otras cosas, aquieta la mente, favorece tener paz interior y hace posible que nos auto-observemos. Estos tres factores, a mi juicio, son esenciales para vigilar y controlar los pensamientos.

Un alternativa excelente, cuando se enfrentan situaciones muy difíciles que no están bajo nuestro control, es trabajar en lo espiritual. Vale la pena explorar alternativas para avanzar en ese camino.

“Pensar es lo más difícil del mundo” Ralph Waldo Emerson

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